Morcilla

El truco de Karlos Arguiñano a la hora de freír una morcilla

El truco de Karlos Arguiñano a la hora de freír una morcilla
El truco de Karlos Arguiñano a la hora de freír una morcilla

Karlos Arguiñano es uno de los chefs internacionales más populares de España, y sus consejos en la cocina suelen ser tenidos en cuenta por miles de personas alrededor del mundo, con un éxito indiscutible. Aunque sería imposible repasarlos todos, conozcamos el truco de Karlos Arguiñano para freír una morcilla.

Antes de seguir hay que hacer una aclaración y es que, si bien la morcilla es un embutido elaborado con sangre de cerdo, cebolla y algún que otro ingrediente adicional, también puede estar hecha de arroz. Pensando en esta variante, Arguiñano nos enseña cómo poder freírla sin que se deshaga.

Atención: truco de Karlos Arguiñano a la hora de freír una morcilla

Ingredientes para freír una morcilla de arroz

Todo lo que vamos a necesitar para obtener la fritura perfecta de la morcilla de arroz es la propia morcilla y aceite. Podría ser aceite de girasol o de oliva, dependiendo cuál sea el sabor final que quieras darle a tu preparación.

Freír una morcilla paso a paso

Lo único que tienes que hacer es coger una sartén, añadirle un poco de aceite, limpiar la morcilla y freírla. Seguramente es lo que has intentado hasta ahora, viendo cómo la morcilla se deshacía.

La clave para que la morcilla no se rompa y quede crujiente está, según este profesional, en quitarle la piel antes. Generalmente la colocamos en la sartén con la piel, y el contacto de esa cobertura con el aceite arruina la morcilla.

Por otro lado, la forma en la que debe quitarse la piel tampoco se improvisa, sino que debes hacerle un corte transversal con un cuchillo, procediendo a retirarla lentamente y con cuidado, para que no vaya a destruirse.

¿Cómo se explica este truco?

La exposición de la piel de la morcilla al aceite hirviendo hace que se encoja, contrayéndose y presionando el arroz dentro de ella hasta el punto en el que no queda más remedio que explotar para liberar esa tensión acumulada.

Si en cambio, la cortamos transversalmente y luego la partes en pequeños trozos, de un centímetro y medio, conseguirás que se fríe y quede ideal para disfrutarla con cualquier acompañamiento.

Además puedes retirar fácilmente el exceso de grasa si eso te preocupa, dejando los trozos de morcilla de arroz sobre papel de cocina un par de minutos antes de llevar a la mesa, y apoyando después otro papel por encima. Como es, es un truco bien fácil que debes tener en cuenta.

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